La distrofia de cono-bastón (CRD) es una enfermedad liberal hereditaria que causa el empeoramiento de las células fotorreceptoras del cono y del polo y con frecuencia resulta en ceguera.
La distrofia cono-bastón también se acompaña de amelogénesis imperfecta, una irregularidad que afecta a los dientes. La distrofia de cono-bastón puede heredarse como un rasgo autosómico predominante o autosómico recesivo. Sin embargo, en su tipo casi popular, normalmente se hereda como un rasgo autosómico recesivo, lo que significa que ambos padres tienen una transcripción del gen de la distrofia de conos y bastones, pero no contraen la enfermedad. La distrofia conos-bastones autosómica recesiva es una enfermedad genéticamente heterogénea.
Distrofia del cono
Estas mutaciones inducen una irregularidad en el papel de la sección externa del polo que finalmente conduce a la disfunción o muerte de las células fotorreceptoras en la retina. El síntoma más temprano de la ERC es la salida de la imaginación nocturna que normalmente comienza después de los 20 años. La salida de la imaginación es liberal e implacable. Durante la próxima década, comienza la salida de toda imaginación y, a los 50 años, la mayoría de las personas con distrofia cónica-bastón se han vendado los ojos por completo. La distrofia cono-bastón se acompaña restauracion de la vista de amelogénesis imperfecta, que se caracteriza por dientes de forma anormal y anomalías en el esmalte dental.
Distrofia de cono de varilla
El síntoma más temprano de la distrofia de conos y bastones es la disminución de la agudeza visual. La distrofia conos y bastones debe distinguirse de la retinitis pigmentosa (RP. En la ERC, los bastones y los conos se pierden aproximadamente al mismo ritmo. Se distingue además de la RP por la ausencia de ceguera nocturna como síntoma de presentación. No existen tratamientos famosos o curas para la distrofia conos-bastones. Las personas con distrofia conos-bastones pueden ser capaces de desacelerar el avance de su ceguera usando anteojos de sol y evitando la luz solar. Los ejercicios oculares pueden ayudar a llevar vitalidad y sangre a los ojos , ayudando así a drenar las toxinas o congestión en los ojos.
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